Resumen

La religión como expresión cultural de una comunidad se presenta como uno de los primeros signos antropológicos, y ha acompañado el desarrollo del hombre a través de diversas manifestaciones, formando parte de sus costumbres, creencias y modo de vida. Una de esas manifestaciones culturales es la arquitectura religiosa, que representa físicamente espacios de culto sagrados o espacios dedicados a la oración o meditación. De esta manera la Iglesia en el culto católico, se presenta como un importante hito representativo de la identidad cultural de una región. A partir de las políticas implementadas en el periodo de la conquista y colonización española, se introducen importantes cambios en la conformación social y cultural de los pueblos nativos conquistados. En el caso del noroeste argentino, la ruta de comunicación y de intercambio entre el Virreinato del Perú y el Virreinato del Río de la Plata era el llamado “Camino del Inca”, y recorría parte de la Puna y los Valles Calchaquíes, lugares donde se emplazaron las iglesias más antiguas de la región. En estos territorios la Iglesia se erige como evidencia física de la actividad evangelizadora del plan de conquista española, convirtiéndose en espacio de reunión de manifestaciones culturales en sus diversas expresiones. En esta nota de divulgación se realiza una descripción de la Iglesia de San Pedro Nolasco, localidad de Molinos, una obra singular que constituye un ejemplo significativo de la arquitectura religiosa de los Valles Calchaquíes.
Religion, as a cultural expression of a community, was introduced as one of the first anthropological signs. It has accompanied the evolution of men across diverse cultural manifestations as part of men’s customs, beliefs and ways of life. One of these cultural manifestations is the sacred architecture, which represents physical worship spaces or spaces dedicated to prayer or meditation. Thus, the church in the Catholic worship is presented as a prominent representative milestone of the cultural identity within a region. In the Argentinian Northwest, the route for communication and exchange between the Virreinato del Perú (Viceroyalty of Perú) and the Virreinato del Río de la Plata (Viceroyalty of Río de la Plata) was “El Camino del Inca” (Inca Trail), which passed through the Puna and the Calchaquí Valleys, where the most ancient churches of the region were built. In these territories, the Church stands as a physical evidence of the evangelizing activity of the Spanish conquest plan–– gathering places for cultural declarations in its diverse forms. Another outstanding example of the sacred architecture in the Calchaquí Valleys is the San Pedro Nolasco Church –located in Molinos Town- described in this dissemination paper.

Introducción

En el centro del Valle Calchaquí, en la provincia de Salta, se encuentra ubicado el pueblo de San Pedro Nolasco de los Molinos, a 210 km de la ciudad de Salta y a 2.020 m s.n.m., rodeado por la confluencia de los ríos Amaicha y Luracatao y que dan origen al río Molinos (Figura 1)

Este antiguo poblado con altos valores culturales, y ligado al proceso histórico de la región, se genera a partir de una hacienda establecida en el lugar a mediados del siglo XVII, e integra el circuito turístico de los pueblos históricos del Valle Calchaquí, con un gran significado provincial, regional y nacional. Fue declarado Lugar Histórico Nacional según decreto PEN N° 149 (03/02/94)

Frente a la casona de la hacienda se construyó la Iglesia en honor a San Pedro Nolasco, constituyendo ambas el núcleo urbano principal que da identidad al pueblo (Figura 2). Según los datos históricos consignados en el libro “Salta: patrimonio urbano-arquitectónico” (Martínez y Giles, 2005); “Don Tomás de Escobar Castellanos, levantó un oratorio en su hacienda de Calchaquí. Este oratorio, que existía en 1659, posiblemente llegó hasta fines del siglo. A pesar de que las fechas que datan la construcción de la capilla, sean las de 1.720 y 1.740, el dintel principal data del año 1.692, por lo que pensamos que en tal oportunidad se había levantado una construcción de cierta envergadura. De esta capilla no tenemos datos de emplazamiento, pero de la del siglo XVII sabemos que ocupaba el solar actual. El templo era pertenencia de la encomienda y solo en 1.760 pasó a la Curia Eclesiástica, cedida por don Domingo de Isasmendi. En 1782, el párroco Vicente Isasmendi, la restaura y reedifica”

La fisonomía de la actual iglesia correspondería al periodo final del siglo XVIII, pero es en los últimos años del siglo XIX, cuando se realizan arreglos en el conjunto formado por la Iglesia y la casa parroquial, en donde interviene el albañil Juan Chauqui.

Descripción de la obra

El conjunto arquitectónico conformado por la Iglesia y la casa parroquial constituye una unidad de singulares características, tanto por su emplazamiento como por su volumetría. Dicho conjunto ocupa la totalidad de un predio, en donde la Iglesia se encuentra rodeada por tres de sus lados por un cerco bajo, que como en el caso de otras capillas rurales, delimita una especie de atrio, que antiguamente sirviera de cementerio. Ocupa una superficie cubierta de 542 m2, y su altura de edificación varía entre los 8,00 m y los 14,00 m.

Tanto la Iglesia, como la antigua casona de hacienda de Isasmendi ubicada enfrente, generan un espacio abierto o plazuela, que surge de un ensanchamiento de la calle y que servía de lugar de congregación de los asistentes a las misas y festividades religiosas (Figura 3).

La iglesia de San Pedro Nolasco, considerada como un ejemplo de la continuación de la corriente arquitectónica originada en el Cuzco, está compuesta por una sola nave y dos torres dispuestas a los costados de la fachada, las que constituyen un mojón importante, señalando desde la distancia su presencia. Su única nave que se encuentra limitada por blancos y macizos muros de adobe, posee dos capillas laterales a modo de crucero, el cual no se acusa como tal ya que se integra a la nave principal a través de dos arcos perforados en los muros principales de la iglesia (Figura 4). A pesar de tener los brazos igual ancho que la nave, e igual altura de techo, su presencia se hace evidente, solo cuando se está próximo al altar mayor. Sus singulares proporciones, en donde su longitud es muy dominante respecto al ancho, manteniendo en planta la forma de cruz latina, hacen que el foco de interés visual se dirija hacia el retablo del altar principal.

La importante superficie lisa de los muros laterales, culmina en su parte superior en una “cornisa contínua que define y separa tajantemente, el muro soportante de la estructura del techo” (Gómez, 2010).

La estructura de cubierta está realizada con cerchas de madera y entablonado de cardón, elementos que se presentan totalmente a la vista y que soportan la cubierta de tejas canal, asentadas sobre torta de barro. Esta estructura de techo, avanza sobre la fachada y termina en un arco, creando un espacio cobijo sobre el balcón del coro que comunica a las dos torres, enlazándolas con una moldura que acompaña la curva de aquel y se hace horizontal en las torres. Este espacio cobijo, forma un pequeño ámbito de transición separando los límites del espacio interior y exterior, en donde el balcón que comunica ambas torres y el coro se proyecta por debajo, sin alterar la limpieza del arco (Figura 5).

Las torres están totalmente integradas a la volumetría del edificio. Una de ellas contiene en su interior la escalera que conduce al coro y campanario, y servían además de puesto de observación. Sus volúmenes delimitados por paños lisos y definidos por molduras simples, concluyen en pequeñas cúpulas semiesféricas, enmarcadas por cuatro torrezuelas y una falsa linterna, generando un conjunto volumétrico de extraordinaria armonía y expresividad. El desarrollo en altura de estas torres está muy condicionado al material utilizado para su construcción -en este caso adobe- por lo que presentan un aspecto macizo, que se trata de contrarrestar con la incorporación de cornisas y perforaciones o vanos. El interior de su nave presenta tres altares, construidos en albañilería de adobe y situados: el mayor al fondo del presbiterio y los otros dos en ambos brazos del crucero. El retablo del altar principal muestra un despliegue plástico singular, expresado por una serie de columnitas estucadas y pintadas en blanco y dorado, molduras con arcadas y hornacinas destinadas a alojar imágenes religiosas, algunas muy antiguas y casi todas obra de artesanía lugareña (Figura 6).

En su libro “Arquitectura Popular de los Valles Calchaquíes” el arq. Roque M. Gómez señala: “Persiste la vieja organización renacentista de la subdivisión en valores verticales y horizontales de calles y niveles, marcados por pilastras y cornisas muy elementales, y los pocos elementos decorativos de un ingenuo tardío y pobre barroco están concebidos dentro de un gran aplanamiento y una pérdida de detalles” (Gómez, 2010).

Entre las imágenes del altar principal se destaca la Virgen de La Candelaria, una imagen de vestir de 1.25 m de altura, con pelo natural y corona de plata y un Crucifijo de bulto policromado. Esta iglesia también alberga varias piezas de pintura y orfebrería valiosas, como así también los antiguos libros del curato de Calchaquí.

Este conjunto arquitectónico formado por la iglesia y la casa parroquial, fue declarado Monumento Histórico Nacional mediante decreto N° 137845 del 10 de diciembre de 1.942.

Documentación técnica

La documentación técnica corresponde a la Dirección Nacional de Arquitectura. La misma está compuesta por planos de fachada, planta, cortes de la iglesia San Pedro Nolasco de Molinos(Figura 7 , Figura 8 , Figura 9 , Figura 10).

Bibliografía

Gómez, R. (2010). Arquitectura Popular de los Valles Calchaquies. Salta.
Gutiérrez, R., Viñuales, G. (1979). Arquitectura de los Valles Calchaquíes. Buenos Aires.
Martínez, E.; Giles, B. (2005). Salta: Patrimonio Urbano-Arquitectónico. DiPAUS-Salta.
Martínez, E., Giles, B., Vilariño, O., Spinato, J. (2004). Recuperación de Poblados Históricos en los Valles Calchaquíes. DePAUS-Salta.
Sosa, M.E., Mellace, R.F., Arias, L.E., Alderete, C.E.; Latina, S.T., Ferreyra, I.E. (2006). Arquitectura Religiosa y Tecnología. Patrimonio e Identidad Cultural del NOA. Centro Regional de Investigaciones de Arquitectura de Tierra Cruda (CRIATiC) FAU – UNT.

Documentación técnica

Dirección General de Patrimonio Cultural – Secretaría de Cultura – Salta. Autorización para su publicación según Expte. N° 84-37499/2012-0.

Documentación fotográfica

Mg. Arq. Efraín A. Lema